Como dice una amiga: "no
es que no trabaje -de hecho no paro-, es que no me pagan por ello".
Dejé los estudios de
arquitectura justo en el momento de iniciar el PFC y ahora, tras once
años de experiencia en el sector y unos cuantos realizando "trabajos
alimenticios", acepto el desafío de dedicar mi tiempo y
talentos a "la cosa pública".